De un tiempo a la fecha la cumbia no solamente se ha revalorizado, sino que se ha vuelto una escena potente y con mucha proyección en Latinoamérica, y Son Rompe Pera se ha convertido en una de las bandas insignia en México, con esa personalidad que han ido reafirmando a través del uso de la marimba y su acercamiento al punk y al garage, primero con su estupendo álbum debut Batuco, y ahora, con la aparición de su segundo lanzamiento hace apenas unos días, Chimborazo.
Este lanzamiento adquiere por otro lado, una dimensión aún mayor, pues se trata de el primer lanzamiento original de la banda -recordemos que Batuco es una sensacional compilación de covers del cancionero popular y joyas perdidas- y vaya que no decepcionan. Al contrario, Chimborazo está llamado a ser un nuevo clásico en la música popular mexicana, como en su momento lo fue el sensacional Chúntaros Radio Poder, de El Gran Silencio.
Y es que si el anterior álbum ya dejaban notar algo de esa personalidad, es con Chimborazo donde detonan definitivamente con una explosiva fusión de cumbia, punk y psicodelia y en donde rinden tributo en su mayor parte, tanto a la música mexicana como a la colombiana, con algunas pizcas de otros géneros y guiños a otras corrientes. La banda se encaminó a Colombia, precisamente, para grabar el álbum en los estudios Mambo Negro en Bogotá de la mano del productor colombiano Mario Galeano, y el álbum se fue redondeando con la colaboración de reconocidos músicos de la escena de la cumbia en latinoamericana.
“Selva Negra” inicia el álbum con el sello de la casa, pero aderezado con el espíritu de la psicodelia peruana. “La Muerte del Amor” es una joyita netamente tropical, con unos cambios de ritmo que nos recuerdan a la música de tradición funeraria, un tema que capta la escencia pura de las festividades de día de muertos, llevada al terreno del desamor. “Chucha”, el primer sencillo que lanzaron es, por otro lado, un hiperquinético tema que hace honor a lo que ella mismos han llamado Cumbia Punk.
“Cumbia para tu Madre” es el primer tema con una colaboración, en esta ocasión, con los chilenos Anarkia tropical, y donde conjugan sus estilos creando una cumbia donde la guitarra vuelve a hacerse presente, acompañando a la marimba y las percusiones. “Toño y el Demonio” es el único cover de la placa y en este tema se hacen acompañar del acordeón de Felipe Orjuela revitalizando esa joya perdida de la cumbia colombiana.
“Chata” tiene a un viejo conocido, el emblemático Aldo Asenjo, El Macha, de Chico Trujillo y Bloque Depresivo, quien produjo su primer álbum. “Chimborazo”, el tema homónimo, baja las revoluciones, pero no el nivel, ya que la banda es capaz de capturar el espítitu más solemne de la música folclórica mexicana. “Chico Migraña” da un giro hacia un rico dub, y donde colabora también el rapero N. Hardem, tema que me recordó a los mejores momentos de Todos Tus Muertos.
Llega entonces “Cumbia is The New Punk”, su bandera y declaración de intenciones. Un tema divertidísimo con estupendos giros de tuerca, el casamiento definitivo entre el punk y la cumbia. “Proteus” vuelve nuevamente al folclor más tradicional, pero esta vez, haciendo gala de la guitarra de Gil Gutierrez. “El Tamal” es un estupendo tema homenaje al delicioso platillo precolombino y que hace un guiño a dos culturas que lo consumen: la mexicana y la colombiana. En este tema se hacen acompañar de la igualmente impresionante agrupación colombiana La Perla, que enriquecen el tema con sus instrumentos.
“F.O.O.S” vuelven a hacer honores a la cumbia psicodélica del Perú, con un cierre frenético y potente. El álbum finaliza con el delicioso y cadencioso tema “Batuco Son” donde se hacen acompañar de Frente Cumbiero.
Chimborazo nos muestra a una banda en plenitud y con mucho que ofrecer; inventiva y divertida, y que nos muestra el nivel que ha adquirido la cumbia hoy día a través de la fusión. Enhorabuena.