En esta sección recurrente abordaremos diferentes tópicos rápidos con el fin de contrastar y comparar las formas en que los colaboradores y sus neurosis entienden la misma asignación musical. Les presentamos un tema, seis cabezas, diez minutos y cero conclusiones.
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TEMA: CANCIONES PARA TU FUNERAL
Para alguien absorto en la música, inclusive la muerte posee una banda sonora, seguramente cualquier apasionado por la música habrá pensado un tema que desearía suene durante su funeral.
¿Será una última broma con la melodía de “Thriller” o “Highway to Hell” de fondo? ¿algo emotivo e introspectivo como “Hurt” o “Hallelujah”?
No se trata de un asunto menor, permanecerá como la canción póstuma que pretendemos suene por nuestra voluntad. ¿Cuál será la última impresión que dejaremos?
Independientemente de la forma en que abandonemos físicamente este espacio, y esperando que falten varias décadas para que suenen las siguientes canciones, nuestros colaboradores expondrán sus planes personales al presentar la canción que eligieron para su funeral.
[gus]
Canción: “Echoes”
Artista: Pink Floyd
La muerte trae consigo una ocasión especial, un ritual mediante el cual, las personas cercanas al difunto dispondrán una última despedida. Para alguien tan atraído por la música, ¿qué debe sonar en dicho evento?
Circularon docenas de canciones por mi mente, pensé en algo melancólico y solemne, congruente con un fragmento incuestionable de mi personalidad, sin embargo, opté por un tema que brindaría un mejor recuerdo sobre quién fui y lo que me cautivaba.
“Echoes”, con sus gloriosos 23 minutos y 30 segundos, representa una bellísima pieza musical, la cual transporta al escucha a través de diversas emociones y pasajes; psicodelia y rock progresivo en comunión para crear una experiencia cósmica.
Cloudless everyday
You fall upon my waking eyes
Inviting and inciting me to rise
And through the window in the wall
Come streaming in on sunlight wings
A million bright ambassadors of morning
Considero que “Echoes” será un maravilloso tema para despedirme de aquellas personas significativas en mi vida, en el cual reconocerán mi demencia, y las notas que, en muchas ocasiones, me descubrieron pensativo y reflexivo, ajeno a este mundo pero feliz.
Enrique Carlos
Canción: “La Canción De Los (Buenos) Borrachos”
Artista: Sabina y Páez
Esta vez la premisa era una canción que quisiera sonara en mi funeral. Si me detengo a escudriñar canciones importantes en mi vida o que tengan cierto feeling elegiaco podría enlistar más de un centenar, pero dio la casualidad que, una semana antes de recibir la consigna para este artículo, estaba, como cada dos o tres años, re-escuchando el disco Enemigos Íntimos que firmaron Sabina y Páez en 1998. Es un disco que disfruto pero que no está en mis favoritos; a mí en lo personal, habrán los que opinan lo contrario, me estorba Fito. [Siempre voy a tener curiosidad por cómo habrían cobrado vida esas letras en manos de Panchito Varona y García de Diego]. Pero dejando a un lado favoritismos y la conocida historia de enemistad, es verdad que ambos artistas se encontraban en la cima de su carrera y de sus capacidades, un Sabina entre Yo, mi, me, contigo y 19 días y 500 noches, es decir, el mejor de todos los Sabinas posibles, y un Páez que venía de grabar, nada más y nada menos que, Euforia, disco en vivo con orquesta que bien podría ser el mejor de su repertorio, para mí lo es. Así que el experimento dio como resultado una producción impecable con algunos temas emblemáticos, “La canción de los [buenos] borrachos” me parece uno de ellos.
Una dosis de solemnidad y una dosis de juerga, una dosis de amores pasados y otra de huidas delincuenciales; un repaso elegante por la memoria personal y colectiva, es decir, campanadas en el fondo del mar. Cada que escucho este tema con atención, conforme crece de manera desmedida, digo para mis adentros “con esta me entierran”. Porque Los sultanes del Swing, Lorca y su casada infiel, los vagabundos, la pereza, las balas perdidas y el milagro del abecedario deben estar presentes en mi funeral, que se tomen dos copas de más y que regresen a casa pateando botes de basura por las calles amanecidas. Yo, desde el olvido en que esté, estaré pensando en ti.
Alex Torres
Canción: “Flirted With You All My Life”
Artista: Vic Chesnutt
Una exnovia me dijo que si pagaran por escuchar música triste yo tendría para comprarme dos tierras. Mi día ha llegado, me he preparado toda la vida para esta dinámica y ahora lo único que podría evitar mi triunfo es errar el elegir entre las mil setecientas cuarenta y dos buenas opciones.
“Flirted With You All My Life” de Vic Chesnutt es una de esas raras canciones que funcionan en cuatro dimensiones, es perfección intelectual, emocional, instantánea y perene, nos toma de las solapas al permitirnos entrar en lo que a simple vista es una canción de amor más para inmediatamente sacudirnos al develar el objeto de deseo, la entidad que ha visto desde lejos de pequeño y lo ha compartido como el elemento imposible de evitar: la muerte.
El caso de Vic es seguramente más literal que para el resto de nosotros, ya que su vida fue un constante coqueteo con el fin hasta que una sobredosis se lo llevó un día de Navidad. La letra es oblicua y delicada, simultáneamente devastadora y de alguna forma, ¿esperanzada?, un cúmulo de razonables sinsentidos que forman la materia de la que está hecha la existencia.
El único problema, y esto siendo excesivamente delicado, es esa especie de arreglo rítmico a contratiempo que termina distrayendo de la sutileza del resto de la pieza. Por lo mismo, si alguien pone esta canción en mi funeral, les pido que editen la percusión o que utilicen esta versión en vivo.
¡Hey, ese es Guy Picciotto!
Gera
Canción: “A Good Man Is Hard To Find”
Artista: Tom Waits
Situación: Me morí y la tienen que escuchar en mi funeral.
Una vez estuve en un velorio donde pusieron una sola canción durante toda la noche y no fue una experiencia muy grata a decir verdad, tampoco es como si yo esperara pasar un buen momento pero escuchar tantas veces una sola canción de Soda Stereo para algunos es algo bonito y para otros una tortura.
Así que yo les pido que pongan una sola vez esa de “A Good Man Is Hard To Find” de mi adorado Tom Waits, no tengo idea de qué pase después de morir y cada vez me convence más la idea de que simplemente nada pasa, pero de haber algo más allá quiero que me imaginen bailando y cantando esa canción con una orquesta conformada por todos los perritos que he tenido el honor de conocer.
La suave brisa con olor a nostalgia y despedidas que se desprende de esta canción me hace elegirla, además ayudará a que no me entierren vivo porque si no me paro a cantarla, definitivamente me morí.
Toño
Canción: “La Cumbia del Mole”
Artista: Lila Downs
Este tema de la canción para mi funeral creo que fue de los de los más sencillos y de los más difíciles al mismo tiempo, esto porque de alguna manera ya tengo una lista previa de los temas que me gustaría que tocaran en mi funeral, pero claro, ya de eso a elegir una en específico, fue lo difícil, pero ya puesto en ese contexto, me inclino por “La Cumbia del Mole” de Lila Downs.
Aquí hay varios aspectos del porque la elegí: es un tema que representa una pequeña parte de la cultura en Oaxaca (la culinaria), y yo siendo del estado, siempre me sentí muy identificado. De hecho, fue un tema que le conté a un muy buen amigo que casi se me cayeron los calzones en el momento en que lo escuché por primera vez en un Mix Up -cuando había quioscos donde directamente podías escuchar los discos en el local -, tan solo con esa intro:
Dicen que en Oaxaca se toma el mezcal con café.
A mí me encantan ambos brebajes y desde ese instante me simpatizó mucho el tema. Después el mismo tema se enfoca en el mole -de hecho, prácticamente se puede decir que la canción es la receta de cómo se prepara- y ahí viene otro dato personal: pocos lo saben, pero el mole es mi platillo favorito de toda la vida.
El tema es simpático, festivo, y también al final creo que si hay algo que quisiera que fuera mi funeral es que fuese una fiesta; la gente comiendo, bailando, bebiendo. Esta canción capta muy bien ese espíritu y al mismo tiempo habla de cierta raíz de Oaxaca que comparto. En pocas palabras, lo tiene todo para hacer el tema insignia para mi funeral.
Rodrigo “Bola” Torres
Canción: “El Cromosoma”
Artista: La Mandrágora
Lo lógico, al fantasear con la canción que queremos que suene en nuestro funeral, suele ser en pensar en ese último tema, el que suena cuando quien quiera que esté por ahí se retira, dejándolo con el último recuerdo sonoro de un día por lo general cargado de emoción.
Dentro de esa categoría tengo varias excelentes opciones, todas ellas emotivas, imponentes, GRANDIOSAS. Sin embargo, para este ejercicio decidí ir por otro lado, por el del principio. La primera canción que suene ese día. Para eso elijo al ínclito, al maravillo, al de los dedos vertiginosos, al rock duro de Javier Krahe…
Esto, de entrada, facilitaría al menos un poco las explicaciones que mi esposa seguramente tendrá que dar a quienes se pregunten por qué mi restos no pasaron, ni de rebote, por algún recinto religioso.
Hace tiempo que me importa un comino / que el último jalón de mi camino / caiga lejos de Roma / hace tiempo que no juego al acertijo / tan esdrújulo de un padre y un hijo / y una blanca paloma.
En esta canción Krahe condensa de manera extraordinaria la postura de muchos de nosotros en vida:
[…] prefiero caminar con una duda / que con un mal axioma.
Además, creo que “El Cromosoma” con su particular cadencia y voz, transmite ese elemento a la vez solemne y burlón que puede ayudar a relajar un ambiente que, aunque me gustaría no fuera así, suele ser sombrío por naturaleza.
Este aire, ligero pero consciente que me gustaría reinara en la última reunión en torno a mí, se manifiesta de nuevo en los últimos versos de la canción:
Porque dudo que al final de este asunto / la cosa no se acabe con un punto / sino con un punto y coma / y no espero un cielo o un infierno / lo más confío en que seré algo eterno / gracias al cromosoma.
Tranquilo puedo vivirme mi historia / sabiendo que a las puertas de la gloria / mi nariz no se asoma / la muerte no me llena de tristeza / las flores que saldrán por mi cabeza / algo darán de aroma.
Habiendo sonado esto, a escuchar el resto del playlist y: ¡Pan dulce y leche fría para todos!