Sin importar lo involucrado que estemos en las novedades musicales, siempre hay discos que nunca hemos escuchado y que para otras personas constituyen experiencias básicas dentro de su construcción de gustos ya sea por su calidad, por su importancia formativa o por el impacto creado en su momento.
En este ejercicio uno de nuestros colaboradores, recomendará un disco que considera valioso/importante a otro colaborador que lo escuchará por primera vez. La idea de esto es conocer las impresiones alrededor de un mismo disco; una desde la óptica de quien lo ama y lo recomienda, y otra desde la de alguien que lo acaba de conocer.
Recomienda: Alex Torres
Escucha por primera vez: [gus]
Disco: Go Tell Fire to The Mountain (2011)
Artista: World Unite Lucifer Youth Foundation
Acerca de quien recomienda (Alex)
¿Quién eras cuando escuchaste el disco y por qué quedó marcado en ti?
Después de la eclosión de indie folk del 2005 y la avanzada canadiense del mismo año, el ímpetu de los proyectos más interesantes de la década decayó hasta el abismo que fueron 2008 y 2009. Cada vez más había una relación geométricamente inversa entre el número de propuestas nuevas en los infinitos blogs y message boards de la intelligentsia musical respecto a su fondo y significado. Como en muchas épocas este yermo panorama era un reflejo, o resultado, depende a quien le preguntes del desencanto que se vivía en muchas otras facetas de la vida. Occupy Wall Street sucedió a Anonymous y precedió la explosión de la burbuja inmobiliaria del 2012. Justo en ese momento de conciencia social, guerra de clases y apocalipsis económico, los discos para pasarla bien o para admirar estéticamente me sonaban un poco huecos y passé de mode. Y en junio del 2011 me encontré con el que iba a ser mi álbum favorito de los últimos quince años.
¿Cómo ha cambiado tu percepción de la obra desde ese momento hasta la última vez que lo volviste a escuchar?
Hay discos que amas 2 semanas y se convierten en pasado, otros que probablemente reescuches una vez al año y que son los que conforman la columna vertebral de tu ethos sonoro. Después hay esos discos que te hablan en un idioma diferente, que escuchas con más de 2 o 3 órganos de tu cuerpo al mismo tiempo y que se despojan de la palabra «gustar» para entrar en el término «importar». Go Tell Fire To The Mountain es uno de esos, de los discos que importan, no al gran público, no a las disqueras, no a las listas de billboard, pero sí a individuos desequilibrados que van a formar bandas, que van a dirigir películas, que van a escribir reseñas pretenciosas de discos o que simplemente, y por el afortunado accidente de chocar contra ese grupo de canciones van a sentir que del otro lado del mundo hay otros individuos desequilibrados que decidieron hablarles directamente a ellos.
No inventan nada, no usan instrumentos que no existían, no hablan de cosas que no han sido temas de cientos de canciones anteriores. Más allá de los kinéticos riffs casi secuenciados, el delivery particular de Ellery y la brillantísima anticampaña de promoción envuelta en el misterio, el colectivismo tribal anónimo y el desdén por las reglas de quienes comen de esto GTFTTM podría haberse mimetizado en la ola de lanzamientos de cada semana de no ser por el afortunado accidente de ser de una especie completamente opuesta. Un álbum hecho de espíritu inadulterado y naivete cuasi asesina. En mi cabeza este es el primer disco que se hizo en la línea de tiempo alternativa después de la tábula rasa que significa la explosión de los edificios en la última escena de Fight Club. Y lo amo. Y lo amo las 8 o 10 veces que lo escucho cada año.
Canciones favoritas:
“Concrete Gold”
“Heavy Pop”
“We Bros”
“LYF”
“Dirt”
“Such a Sad Puppy Dog”
“Spitting Blood”
“14 Crowns for Me & Your Friends”
“Cave Song”
“Summas Bliss”
Acerca de quien escucha por primera vez ([gus])
¿Quién eres musicalmente?
Soy un entusiasta de la música. Disfruto escuchar propuestas que desafíen mis parámetros. Deambulo por un espectro musical que transita a través de varios géneros, siendo el rock, blues, jazz, funk y soul su cimiento, destacando una mayor afición por la corriente psicodélica y progresiva.
¿Por qué nunca habías escuchado el disco?
Existen bandas tan radicales y fieles a su concepto artístico, que se reúsan a conceder entrevistas o a brindar información de sí mismos mediante un asombroso anonimato y misticismo; lamentablemente, esto limitó que WU LYF apareciera en mi radar.
Diario de la primera escucha
Previo a la escucha decidí realizar un poco de investigación ya que el nombre de la banda y del álbum suena tan increíbles que no conseguí resistirme. Su portada, el haber grabado el álbum dentro de una iglesia y saber que sólo lanzaron un disco me generó grandes expectativas.
El primer track comienza con los acordes de un órgano, al cual se suman, progresivamente, guitarra, bajo y batería. Ritmos caribeños y una voz que pretende arrojar emociones contenidas mediante gritos ahogados, casi sufridos, y así transcurre el álbum.
Musicalmente me cautiva, no manifiestan un sonido fino, aunque percibo que así lo desean, las canciones toman fuerza en la reverberación y el eco, como si de una salvaje colisión de instrumentos se tratara, sin embargo, la voz me desconcierta, dificulta que me sumerja en las canciones, me es difícil entender con claridad la letra. Entiendo que desean expresar un conjunto de emociones pero éstas no llegan a mí, no en su totalidad.
Reacciones a la segunda escucha
Días después lo escucho de nuevo prestando mayor atención, comprendiendo lo que realmente es, sin esperar de más. Transcurren 10 pistas y lo confirmo, me aferro a la música pero las voces me distraen de la belleza del álbum.
Es un buen álbum, no cabe duda, respeto su apuesta y congruencia, lamentablemente suelo ser atraído por canciones más melódicas. Encuentro cierta similitud con Yuck y Surfer Blood, no obstante, WU LYF suena menos armonioso y más atormentado.
Conclusiones. ¿Lo recomendarías a alguien? ¿A todos?
El concepto alrededor de WU LYF resulta suficientemente meritorio de recomendar, además conocer a una agrupación como ellos implica cierta cultura musical, lo cual siempre es meritorio. Me parece que una agrupación así encuentra un nicho estrecho de posibles seguidores que gocen de música indie experimental alejada del espectro comercial.
Mensaje a la persona que recomendó.
Alex, a pesar de no haberme identificado completamente con el álbum reconozco que es una propuesta interesante y sobre todo el valor de sus convicciones en un medio artístico tan superficial. Agradezco la experiencia y el haberme conducido a una zona más allá de mi radar.
Quién recomendó (Alex)
¿Qué concluyes después de la impresión de [gus] sobre el disco?
Entiendo que no te haya fascinado pero te diría que le des otra oportunidad en un tiempo. Creo que es más fácil amar ciertos discos dependiendo del momento en que los escuchas. Nevermind the Bollocks tiene un efecto más grande en la adolescencia que veinte años después. Creo que Go Tell Fire to the Mountain tiene su mayor efecto cuando estás listo para poner una bomba en las oficinas del PES, en ese momento escúchalo otra vez.