El camino perfecto para viajar la mente.
La respetada banda japonesa de culto MONO, conformada por Takaakira ‘Taka’ Goto (guitarra), Takami (bajo, piano), Yoda (guitarra), y Dahm (batería), vuelve al ataque con su undécimo álbum Pilgrimage Of The Soul, un álbum concebido en el 2020, en medio de una situación mundial tensa debido a la pandemia mundial que todavía nos sigue azotando.
En lo musical, esta nueva entrega de estos inquietos y experimentados músicos, marca ciertos cambios musicales como lo es la incorporación de patrones de batería más rápidos, y los elementos electrónicos, y como es costumbre, no pueden faltar las orquestaciones, que han dejado más que claro la influencia clásica que la banda carga a cuestas desde sus inicios. Para la labor de las orquestaciones, aparece la invitada Susan Voelz, además de varios músicos de sesión que se encargaron de las secciones de chello, violín, trumpeta, etc.
El sencillo ‘Riptide’ abre las labores nostalgicamente, para ser invadido con una una batería frenética que da lapsos de pesadez, intercalados con momentos más melódicos pero potentes. La incorporación del teclado siguiendo el patrón de batería es bastante adecuado. En general, el track se mantiene sobre un patrón que va subiendo y bajando en la escala musical. ‘Imperfect Things’ es un corte cuya primera mitad es tranquila, con hermosos arreglos que se complementan con unos rasgueos limpios de guitarra. Un momento que te hace levitar, hasta que una batería, el teclado y guitarras distorsionadas rompen esa calma, sobreponiéndose sobre el arreglo que había conducido el track, que vuelve a retornar al final.
‘Heaven In A Wild Flower’ es un corte muy influenciado por la música clásica. Totalmente atmosférico, sostenido en un piano emitiendo algunas notas, para después ser reforzado por el sonido del chello y unos metales discretos. Pero el momento sublime es la orquestación de la invitada Susan Voelz. ‘To See A World’ rompe la calma del corte anterior, para retomar las guitarras y una destacada batería, aunque conservando la participación del chello y el teclado. Excelente conjunción de contundencia y melancolía.
‘Innocence’, también editado como single, es un corte con un excelente patrón de batería y reforzado por unas guitarras que se entrelazan entre acordes limpios y distorsionados. ‘The Auguries’ es conducido por un potente bombo y una grave línea de bajo. Las magistrales atmósferas del teclado siguen siendo parte elemental de la obra. De lo mejor de todo el álbum.
‘Hold Infinity In The Palm Of Your Hand’ inicia sin dar pausa alguna con el track anterior. Musicalmente es un pasaje de melancolía, con arreglos tranquilos que se mantienen rayando en el ambient, para reventar con más velocidad y potencia, gracias a la entrada de la batería, el bajo, las guitarras distorsionadas y los arreglos de teclado. ‘And Eternity In An Hour’ concluye el viaje con un nostálgico piano y unos arreglos de cuerdas exquisitos.
MONO lo hacen de nuevo, entregando uno de los mejores discos del año, en donde explotan un poderío que deja lugar para la melancolía. Un perfecto equilibrio de distorsiones y emociones que son manipuladas entre detalles sonoros excelentemente bien cuidados. Pilgrimage Of The Soul es el camino perfecto para viajar la mente, para dar salida a la melancolía, desconectarte del mundo, e iniciar una peregrinación hacía las más profundas entrañas del alma.
*Esta reseña salió publicada por primera vez en Nopal Eléctrico Radio.