The (International) Noise Conspiracy – A New Morning, Changing Weather

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Surgido como un proyecto de músicos provenientes de la escena hardcore y straight edge, cuyas credenciales incluían bandas como Refused, Doughnuts, Saidiwas y Separation, The (International) Noise Conspiracy, presentaría en 1999, su debut, The First Conspiracy, editado bajo el auspicio del sello G7 Welcoming Committee.

El éxito de este álbum, llamó la atención del reputado sello Burning Heart, que firman a la banda para editar su siguiente placa, Survival Sickness, que además contó con la distribución del prestigioso sello punk Epitaph Records, propiedad de los miembros de Bad Religion, y que además puede presumir tener en su catalogo al genio Tom Waits (y es él mismo Tom quien ha definido a este sello como un auténtico equipo de trabajo conformado por puro músico, en donde no manejan el negocio como si fuera una tienda de zapatos). 

Al año siguiente, nuevamente con el respaldo de Burning Heart y Epitaph, la banda comandada por Dennis Lyxzén, presenta su tercera placa, A New Morning, Changing Weather, un álbum que no desmerecía ante sus antecesores. La alineación que grabó este álbum, estaba conformada, además de Dennis (voz y pandero), por Lars Strömberg (guitarra, voz), Inge Johansson (bajo), Ludwig Dahlberg (batería), y por supuesto, Sara Almgren, quien aportaba el excelente sonido del teclado.

Respecto a lo lírico, el álbum seguía la línea de sus antecesores, manteniendo esas ideologías en contra del capitalismo, el racismo y la misoginia, además de presentar una fuerte simpatía por la anarquía y la doctrina marxista, algo muy entendible, tomando en cuenta el origen de sus integrantes. La producción del álbum estuvo a cargo de Jari Haapalainen, que además ejecutó algunas percusiones y partes de guitarra, uniéndose a los diferentes músicos invitados que contribuyeron con secciones de piano, saxofón, sintetizador y coros. 

‘A Northwest Passage’ abre entre un atasque de batería y guitarra. Tras ese abrupto inicio, la dirección musical suena como si The White Lies palomearan con Refused.  ‘Up For Sale’ arranca con una línea de bajo reforzada por una buena dosis de guitarras aceradas. La batería avanza como si se abriera paso entre la telaraña creada por los riffs que explotan como vidrios. Aquí ese sonido medio post punk del primer track, desaparece por completo en pro de un estilo más agresivo. 

BiblioteKarin, Public domain, via Wikimedia Commons

El saxofón aparece en ‘Bigger Cages, Longer Chains’, para otorgar pinceladas jazz, mientras que las guitarras pasan casi inadvertidas, para dar el protagonismo a la comunión entre bajo, batería y saxo. 

En solo tres tracks que van del álbum, es evidente el eclecticismo musical. Las guitarras reclaman su puesto en ‘Breakout 2001’, y se entrelazan con las líneas del bajo cortesía de Inge Johansson y los golpes de batería propinados por Ludwig. La voz de Dennis va de melódica a sus característicos gritos rabiosos. 

‘A Body Treatise’ se sostiene principalmente en el sonido del bajo y batería; las guitarras aparecen oportunamente para reforzar la voz de Dennis en el coro. Al finalizar el track, surge una melodía de guitarra y teclado, que suena como si estuviera grabada en forma de demo con mucha deficiencia de calidad de sonido. El teclado de Sara Almgren otorga ese plus musical en ‘Born Into A Mess’, mientras que la guitarra, base rítmica y la voz de Dennis, no pierden fuerza. Es de destacar la labor del piano, que llega para pelearse el espacio con el teclado de Sara. Nuevamente aquí hay otro lapso musical al final del track, que parece un demo mal grabado. 

‘New Empire Blues’ presenta un patrón de batería algo rebuscado. El saxofón vuelve a aparecer aunque ahora no de manera tan protagonista. El estilo musical de este track, deja en evidencia la fuerte influencia que está banda ha tenido en actos como los magníficos Tokyo Sex Destruction. 

Llega el turno del momento más exitoso a nivel comercial. ‘Capitalism Stole My Virginity’ es ya un clásico, con todo ese sonido delicioso otorgado por el teclado y el discreto pero sustancioso trabajo en las seis cuerdas. Uno de los tracks épicos de todo el disco. 

‘Last Century Promise’ es un corte bastante crudo en su sonido, que no necesita recurrir a altas velocidades. Un claro ejemplo de melodía y agresividad. Al final hay un lapso instrumental con un riff que emula a la inmortal ‘You Really Got Me’ de The Kinks. ‘Dead Language Of Love’ muestra a un Lars Strömberg, como si tratara en algunos momentos, emular de forma más rabiosa lo que Jimmy Page hizo en la clásica ‘Kashmir’.

El patrón de batería es simplemente magistral. Nuevamente llega otro momento instrumental al finalizar el track, que en realidad, al igual con los otros lapsos instrumentales, no podemos asegurar si es parte de la canción, o es un break oculto, ya que en el tracklist del disco, no hay nada al respecto. 

Y para finalizar esta joya, llega ‘A New Morning, Changing Weather’, un track crudo, con toda esa esencia sonora mostrada en el pasado musical de los miembros de la banda. Destaca el lapso de batalla entre los riffs crudos y el sonido del teclado que emite notas que suenan con toda esa esencia de la psicodelia de los delirantes sesentas. No podía haber mejor manera de despedir esta obra maestra.

Con ‘A New Morning, Changing Weather’, la banda demostraba que la música con contenido de protesta, no estaba peleada con  con la búsqueda de una propuesta musical enriquecida, y con esto, se colocaban como un perfecto balance de actitud contestataria y encanto comercial que bien podría ser del agrado total de los seguidores de bandas como The Libertines, The Vines, The Hives, o hasta actos un poco más «fresas». 

Pero desafortunadamente, todo tiene un final, y tras la salida de ‘A New Morning, Changing Weather’, y editar algunos EP’s, la tecladista Sara, abandonaría la banda para unirse como bajista a Masshysteri, y vendría una nueva etapa para The (International) Noise Conspiracy, recibiendo la invitación del productor Rick Rubin, para integrarse a su sello, American Records.

Esta nueva era se vio reflejada en dos excelentes álbumes, pero también con la llegada de una pausa indefinida que persiste hasta el día de hoy, y que parece ser, seguirá por más tiempo, o tal vez de forma definitiva.