Desde Tacubaya con amor: Radio Caracol

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Radio Caracol es un podcast el cual va iniciando con su segunda temporada y que se transmite por KCero Podcast. En el mismo, Charly Cubetas y Adrian Franco tienen una charla con distintas personalidades de la cultura, en su mayor parte, de la música underground, pero sin embargo, también hay lugar para otras expresiones tan diversas como la fotografía y el mapping. En un principio se enfocaron en la escena chilanga, pero poco a poco se han ido abriendo a otros lares. Lo curioso aquí es que lejos de tener la intención de una entrevista como se desarrolla habitualmente en la cual se ahonde de la carrera del músico, terminamos conociendo más a la persona y algunas banalidades de su vida, logrando que la charla sea ligera y muy divertida. A los mismos conductores del programa los ubicaba anteriormente en otros podcasts de menor presupuesto, pero de igual frescura. 

Aunque ya los trataba, quise conocer un poco más acerca de ellos y todo el camino que han llevado, no exento de tropiezos, pero siempre tratando de crear contenidos de una forma amena y divertida, así como los diversos proyectos que tienen tanto a nivel personal como en conjunto, así que los busqué y pude tener una agradable charla por separado con ambos. Aquí algo de lo que platicamos.

 

¿Quiénes son Charlie Cubetas y Adrian Franco?

Antes que dos colegas, son dos grandes amigos desde la infancia pero que nunca fueron a la misma escuela; se conocieron por Alán, un amigo en común. La amistad se hizo más grande entre conciertos de ska y los raves que se hicieron muy populares en una época. En el caso de Charlie hubo grupos imprescindibles para él, como Café Tacuba o Plastilina Mosh con el disco de Aquamosh y que lo alejaron del peligroso pop de Fey y Gloria Trevi. Adrián tenía otros gustos más pesados: el grunge y el nu metal; para él, Charlie siempre fue muy fresa. Pero algo siempre los unía, y cuando no fue el futbol, fue el conseguir flyers de eventos en el Tianguis del Chopo y patinar en una época repleta de ska y 2-tone, para de ahí caer en las redes de los raves y la música techno a principios de los dos miles, abanderados por el Love Parade. Ahí duraron un rato. Aunque el mismo Charlie asegura que en su caso, la música no era lo que lo atraía, sino simplemente el ambiente que se generaba. 

En palabras del buen Charlie:

A escondidas de mis cuates yo escuchaba a Oasis. Un amigo llegó y me mostró a The Strokes, y me empecé a informar en ese tiempo de esas bandas, lléndome al Samborns a leer las revistas La Mosca en la Pared y la Rolling Stone. Me gustaron mucho The Hives. Había en Tacubaya un señor que nos vendía discos piratas de rock, él era nuestro dealer de ska. Conocimos a  mucho del rock urbano Tex Tex, Mara, y más ska y reggae. Él me apuntaba los discos que quería y me los conseguía. Me los daba con el arte, bien chingones en 30, 35 varos. Había algunos que venían con el arte completo y esos estaban en 50. Del ska me fui alejando poco a poco, aunque me gustaba mucho, no me encantaba el movimiento. Había muchas drogas. No me sentía cómodo. 

 

Bona Bonson dentro de la ecuación

El mítico músico y productor Bona Bonson, fue alguien que marcaría a Charlie Cubetas y le trazaría un camino:

A través de mi novia, conocí a Bona Bonson, y pues ya sabes todas las bandas que lo rodeaban (Six Million Weirdo, Fancy Free, Jessy Bulbo, Cosmetics, Eufemia, Los stupids, etc). Un día nos invitaron a una fiesta en el Bar el Vizcaya. En esa fiesta estaba el Bona, Carlos Icaza, Julian Name, ¡uta! no mames, me sentía en mi elemento. Yo iba a fanear al Bona. Ya desde ahí me abrí de con mis otros compas del ska y dije: es hora de sacar mis pantalones ajustados, ponerme mi chalequito, mis converse y a alborotarme el cabello, me volveré un güey indie. En esa fiesta tocó un carnal que llevó unas tornas y tocó con vinilos, y esa época era algo ¡wow!. Yo que venía del cassette, cd y mp3 me pareció increíble. 

Bona puso el disco de El eterno femenino de La Mode. Me encantó y lo busqué y no lo encontré ni buscando en el Ares. Entre la plática con Bona salió a tema la banda Evil Hippie y que si me daba chance de tocar un día. Rasqué entre los discos de mi jefa y encontré mucho high energy, muchos discos que hasta la fecha tengo.  

 

La vida y sus giros

En el caso de Charlie, su padre falleció y al ser su mamá ama de casa, hubo un cambio en la forma de vida de la familia, y tuvieron que trabajar en lo que se pudiera, desde vender gelatinas, hasta vender ropa en distintas tiendas. Un tío le propuso trabajar con él y que a cambio de ello, le pagaría la escuela. Se alejó de las fiestas, de la compra de discos, se compró una computadora y se dedicó al cien por ciento a sus estudios. 

Con Adrián no fue muy distinto. Metiéndose a trabajar desde telemarketing hasta un negocio de micheladas en el cual no le iba nada mal, pasando por un trabajo en el cual fue víctima de acoso o de diseñador en Chabacano. Un amigo suyo le ofreció trabajo y en lugar de un pago en efectivo, le pagó la escuela, lo cual aprovechó y al igual que su amigo Charlie, se alejó de las fiestas. Ambos intentaron meterse a la UAM o la UNAM, pero aunque no lo lograron, cada uno por su cuenta siguió con su formación.

Charlie comenta: Yo todos mis proyectos de la escuela los enfocaba a la música. A la mitad de la carrera me topo con el Bona de nuevo, que la neta ha sido mi pilar. Me comentó que un día iba a llevar a Anika en el foro del Cine Tonalá y entré a backstage con él. Ahí me di cuenta que eso era lo mío. 

Para ese tiempo, el buen Charlie comenzó a hacer radio por internet con su chava. Empezó a tomar algunos cursos para poder hacerlo cada vez mejor, para corregir algunas muletillas, el hablar rápido y el que de pronto tartamudeara. Ganó muchas tablas con el correr de los años. Creaba guiones y empezó a grabarse, por medio de equipo que iba comprando por medio de tandas y oportunidades. A la par, se introdujo dentro del stand up, algo que ha dejado un tanto de lado, pues considera que se volvió un estereotipo. El tomar cursos de comedia también le otorgaría a la larga, muchas bases. Entre los primeros podcasts que hicieron Adrián y Charlie fue uno acerca de Los Simpsons: datos y las ya clásicas predicciones y temas de la vida diaria que se veían reflejadas en la caricatura.

 

La productora, la pandemia, y Silicon Carne

Charly entró a trabajar a una productora y ahí aprendió a trabajar con el final cut y otros programas de edición. Posteriormente, Adrian entrar a trabajar al mismo sitio, y de repente, se cruzó la pandemia. Algo que para ambos, les permitió reinventarse, por ejemplo, el mismo Adrián se dio el tiempo de aprender a tatuar y freelancear; en cuanto a los proyectos en conjunto, ahí todo agarró un mayor ritmo, cuando Charly invitó a Adrián a hacer un podcast.

Yo ya traía el nombre de Silicon Carne en la cabeza. No recordaba de donde había sacado el nombre, pero luego me cayó el veinte que así se llamaba la disquera de Martin Thulin. Conocí a Jessy Bulbo poco antes de empezar la pandemia y me volví muy amigo de ella, y le pregunté que si le podía hacer una entrevista. Por otro lado, yo empezaba a escuchar los podcasts de Carlos Ballarta en KCero Podcast y en una de esas mencionaron a Orlando Oliveros “El chino”, que empecé a seguir y nos hicimos posteriormente muy compas. Le pedí un feedback de la entrevista que hicimos de El Delicioso Recoveco a Jessy, y me dijo que le había gustado, que se le aventó toda y me dio algunos consejos.

Él me comentó que se la había mostrado también a Carlos Ballarta y fue ahí donde me ofreció hacer algo para el canal aunque la condición en un principio era que entrara el factor femenino, lo que significaba que Adrian no entraría al proyecto. Y la neta yo si quería hacerlo con él pues tenemos una química muy cabrona de toda la vida, yo le mando un centro y él lo remata. Le rolé mi curso de stand up para que se metiera más en ello y si que lo ha entendido muy bien pues hemos escrito juntos sketches. 

Ha sido una chinga contactar y coincidir con la bandita que viene, pero ahi vamos. La gente piensa que nos quedamos después de la grabación a chupar pero no, es un estudio y hay tiempos de grabación. Y fuimos abriéndonos, porque igual de pura música iba a ser muy aburrido. Se fue más al arte en general, el programa fue progresando. Por otro lado, creo que presiono mucho al Adrian, no se si haya cosas que quiera hacer. Cuando lo hacemos nos divertimos mucho, aunque no se si en realidad le llene. A mi me da muchas tablas. No ha salido ni un peso, pero cuando salga será comprar más fierros. 

 

La génesis de Radio Caracol

En palabras de Adrián, la génesis hasta llegar a Radio Caracol fue de esta manera:

Charlie quería hacer un podcast como el de Olallo rubio o el del Warpig. El primer podcast nace de la necesidad de contar una historia de un tema de cultura general tomando como vehículo la peda. Hicimos uno de Gis chino que lo compartimos en FB. Después hicimos uno de datos de los Simpson y luego de ese hicimos El delicioso recoveco y pues ahi tiramos mas cábula, porque nos poníamos pedos. El podcast de Jessy nos catapultó. Nos dimos cuenta que a la gente si le interesaba. Charlie conoció al Chino y platicaron acerca de los podcast y le pidió chance en el canal y le mando el podcast de Jessy.

Nos dimos cuenta que la gente se interesaba más por la persona, así que nos enfocamos por algunos temas incluso muy banales. El concepto no es el habitual. Hacemos preguntas al azar, o tomamos algún tema -no se, como tribus urbanas- se le pregunta sobre el tema al artista, y de ahí se detona todo. Se hacen platicas muy banales, pero a la gente le han gustado. Y luego se les sale y cuentan los problemas que tienen o pedos con algunos otros músicos. El lubricante social que es la cerveza va aflojando. Luego ha salido peda después (aunque no siempre podemos) o vamos haciendo una amistad.  

 

Los proyectos en puerta

Adrián Franco apuntó algunas cosas que se vienen:

Con Radio Caracol seguiremos haciendo entrevistas a quien se deje, también pensamos en sacar merch, como stickers, playeras, posters, alguna que otra cosilla. Con el radio de los miércoles queremos hacerlo crecer más, pero mantenerlo muy under, hablar de todo lo que queramos sin ningún tipo de censura, pues ya sabemos que la censura hoy día está a tope y hay que tener un lugar donde decir las cosas que se piensen. Obviamente sin ofender, pero si dando tu punto de vista, mantener tu postura.

Personalmente tengo una marca de ropa que habíamos discontinuado que es Juanito Banana. Quiero retomarla, porque me parece un proyecto muy interesante. A veces la gente no cree que yo lo hiciera porque mucho de lo que hago es muy escatológico, muy agresivo. Esta linea es más sentimental, más tierna y positiva. Juanito Banana es un niño de diez años que no le gusta la tecnología en parte porque sus padres no quieren que haga uso de ella a tan corta edad, es un amante de los disfraces, y de la historia, la música y el cine.

Con Carlos queremos seguir haciendo las sesiones de vinil, grabaciones en disco, en cassette y en internet. Por otra linea yo quiero tener un puesto de tacos, la gastronomía para mí es un arte. Próximamente estaré vendiendo tacos de costilla, chorizo y longaniza con pure de papa, froijolitos y unas salsas chingonas. Bien servidos como debe ser. Continuar con el tatuaje y con mi trabajo que me da la estabilidad para hacer otras cosas. Más no se. El que mucho abarca poco aprieta. Saludos mi carnal. 

Chequen lo que va subiendo Charlie y Adrian en el portal de Youtube de Silicon Carne y a Radio Caracol en sus distintos formatos, así como su programa de los miércoles en Mixcloud.