El testamento de Joe
Se cumplen veinte años lo que terminaría siendo el álbum póstumo de Joe Strummer, una figura cuya importancia en la música popular contemporánea se extiende lejos y tiene raíces profundas. Streetcore es un disco que no fue pensado como un legado, pero que terminó siéndolo. ¿Cumple las expectativas con las que finalmente cargó a sus espaldas?
Es una pregunta difícil de responder, ya que hay muchas variables que tomar en cuenta. Conceptualmente, como cierre a una trayectoria de esas dimensiones, probablemente se quede corto. Pero siendo sinceros, se trataba de una proeza inalcanzable.
Sin embargo, más allá de eso, sí logra ser un cierre representativo y más que digno de lo que es el espíritu de Joe Strummer. Dentro del disco encontramos la diversidad de géneros que caracterizaron su carrera: rocksteady, dub, country, folk, rock and roll e incluso destellos de blues. Y en esta ocasión, desde mi punto de vista afortunadamente, sin caer en la world music, que sí llegó tocar en sus trabajos previos en solitario.
Valiéndose de esta amplia paleta, Joe, junto a sus compañeros de banda Martin Slattery y Scott Shields (quienes terminaron el disco tras la muerte de Strummer), lograron crear y presentar diez temas con características sonoras sumamente diversas de tal manera que funcionan como un todo. Este tipo de objetivos, cuando son malogrados, terminan siendo obras erráticas y difíciles de procesas. La buena noticia es que este no es el caso.
Identifico cuatro tipos de canción dentro del álbum. El primero en aparecer es el de temas con guitarras eléctricas al frente, encabezado por “Coma Girl” el track encargado de abrir el disco de manera contundente. Dentro de este mismo grupo aparecen a lo largo del disco también “Arms Aloft” y “All In A Day”, colocadas de manera estratégica para energizar el LP y mantenernos alertas cuando la solemnidad o contemplación se hacen más presentes.
Tras el trote firme de “Coma Girl”, llega “Get Down Moses” presentando la siguiente categoría: temas de raíz jamaiquina. Aquí el groove se hace presente y da la oportunidad a Joe y compañía para mostrar sus recursos vocales, instrumentales y compositivos. El otro tema dentro de esta categoría es “Redemption Song”, un hermoso cover de Bob Marley en guitarra acústica incluido por petición de la viuda de Joe, que terminaría teniendo un conmovedor video tributo.
Después de “Get Down Moses”, aparece “Long Shadow” abriendo la categoría de temas country / folk. “Long Shadow” fue compuesta junto a Smokey Hormel pensando en Johnny Cash; en ella reivindica a los punks, hobos y reos de los Estados Unidos y se pronuncia de manera clara Somewhere in my soul… There’s always Rock and Roll. El otro tema dentro de esta categoría es “Silver And Gold”, cover de Bobby Charles encargado de cerrar el disco y la discografía de Joe Strummer. Dos minutos y medio que cierran con I’m gonna go out dancin’ every night / I’m gonna see all your city lights / I’m gonna do everything silver and gold / And I got to hurry up before I grow too old.
A “Long Shadow” le sigue la categoría que tiene temas a los que llamo nostálgicos. “Ramshackle Day Parade” tanto en atmósfera como en letra recuerda un tiempo pasado y sueña ese “desfile destartalado” de las personas rotas del mundo. Otro track dentro de esta categoría es “Burnin’ Street”, también añorante, lleno de imágenes agridulces y un recurrente grito de London’s burning, quizás dirigido a sus días de juventud. La última canción dentro de esta categoría es “Midnight Jam”, en la que también se auto referencia, iniciando con EL llamado: This is London calling… this is London calling. Casi 6 minutos de jam salido de una estación de radio post apocalíptica, con frases esporádicas de Joe y cambios de cadencia sumamente agradables.
Entonces, ¿es Streetcore un disco póstumo adecuado para recordar a Joe Strummer? Creo que sí, ya que, a final de cuentas, representa lo que Joe es (sí, es): una mezcla de víscera, raíz, ternura, inteligencia, honestidad y estilo, pero también humanidad y por lo tanto falencias.