El nombre de Terry Melcher, probablemente no les diga nada, pero es uno de los grandes genios en la historia de la producción, y básicamente, el pionero del folk eléctrico, gracias a su trabajo con The Byrds, esto antes del sacrilegio eléctrico cometido por Dylan en aquel Newport Folk Festival, en 1965. Terry, era un visionario, con un talento único, un don que seguramente le fue heredado de su madre, ya que era hijo, nada más ni nada menos, que de la legendaria cantante y actriz, Doris Day, la mujer que en los 50’s y 60’s básicamente escribió las reglas a seguir en la música pop, y que entre sus fans se encuentran gente como Paul McCartney y hasta Meghan Trainor.
Con tan solo 22 años, Terry ya producía canciones para Doris, y pronto fue contratado como productor, por el sello Columbia, mientras que luchaba por dar salida a su faceta como músico, formando el dúo surf, Bruce & Terry, logrando crear el hit ‘Summer Means Fun’, además de colaborar con The Rich Chords, y su éxito ‘Hey, Little Cobra’. Pero ninguno de estos logros significó tanto para su carrera, como el ser elegido para producir a una nueva banda llamada The Byrds, que había sido firmada por Columbia.
El trabajo realizado con ellos, dio como resultado el álbum Mr. Tambourine Man, editado el 21 de junio de 1965, y nombrado así por la emblemática joya de Bob Dylan. En dicho álbum, se incluía una versión eléctrica a está canción. Y se dice, que más allá de esa reunión que Dylan tuvo con The Beatles en 1964, en realidad fue esa versión la que inspiró al folkman a electrificar su sonido. Y todo pasó cuando Dylan conducía por una carretera y escucho en la radio esa reinterpretación eléctrica de su canción, y un mes y fracción después, el 25 de julio, Dylan subía al escenario del Newport Folk Festival, acompañado de la Paul Butterfield Blues Rock Band, enfureciendo a los puristas del folk (público, músicos y organizadores), que recibieron con rechazo ese sacrilegio eléctrico que estaban presenciando, en un festival creado exclusivamente para músicos folk con instrumentos acústicos.
Pero Dylan no fue el único en ser influenciado por el trabajo de Terry y The Byrds; ya que también The Beatles cayeron ante el sonido de la banda californiana, asimilando su estilo en varias canciones, y no solo eso, en esa época, George Harrison, adquirió una guitarra Rickenbacker como la que usaba Roger McGuinn. Esta influyente asociacion entre The Byrds y Terry, seguiría con el álbum ‘Turn, Turn, Turn’, en donde el sencillo del mismo nombre, original de la leyenda del folk, Pete Seeger, se convirtió en un himno inmediato. Aunque ese control ejercido por el productor, que en realidad fue lo que lanzó al estrellato a la banda, significó el punto de quiebre entre ambas partes.
Tras romper con The Byrds, Terry es invitado por Brian Wilson, para hacer coros en el legendario álbum Pet Sounds. Este acercamiento con The Beach Boys, también trajo consigo un suceso obscuro en la vida del productor, esto en 1968, cuando Dennis Wilson, quien llevaba una amistad cercana con Charles Manson-que en esas fechas se encontraba intentando ser una estrella de rock-presentaría a ambos, esto con la finalidad de que Terry lo produjera, pero el productor no vio nada atractivo en esas creaciones, y se negó a grabarlo. Este rechazo, al parecer, desató la ira de Charles, y el 9 de agosto de 1969, integrantes del Clan Manson, entrarían a una residencia en Beverly Hills, asesinando a varias personas, entre quienes se encontraba la actriz Sharon Tate, esposa del director de cine, Roman Polansky, que además tenía ocho meses y medio de embarazo.
Sharon fue apuñalada salvajemente, usando incluso un tenedor. También usaron su sangre para pintarrajear en la pared, la palabra ‘Pigs’, al parecer, supuesta referencia a ‘Helter Skelter’ de The Beatles, de quien Manson decía recibir mensajes subliminales en las canciones.
Obviamente, ni la actriz ni Roman Polansky tenían algo que ver con ese rechazo, pero la mansión era, hasta hace unos meses atrás, la casa de Terry y su esposa, Candice Bergen, siendo algo muy claro que en realidad su objetivo era el productor. Obviamente, tras estos asesinatos, Melcher contrató guardaespaldas, tanto para él como para su madre, ya que existía el temor de que algún integrante del Clan, hubiera evadido la ley y tratará de vengarse. Posterior a ese episodio amargo, vuelve a trabajar con The Byrds, en los álbumes ‘The Ballad Of Easy Rider’, ‘Untitled’ y ‘Byrdmaniax’, además de ser el productor ejecutivo del programa de TV, The Doris Day Show, conducido por su madre.
Llegando la década de los 70’s, presenta su primer álbum en solitario, titulado ‘Terry Melcher’, editado por Reprise, sello propiedad de Frank Sinatra, esto en 1974. En este material, se le unieron los integrantes de The Byrds, además de Ry Cooder. Pero a pesar de la calidad del álbum, este pasó sin pena ni gloria. Y en 1966, aparece, ahora bajo el auspicio del sello RCA, su segundo y último álbum, titulado Royal Flush, con un sonido orientado al country, pero mezclado con muchos elementos de música mexicana, además de continuas referencias a nuestro país, siendo probablemente, el álbum de country con el sonido más mexicano de la historia.
‘Fire In A Rainstorm’ abre con la pedal steel guitar y guitarra eléctrica, además de coros femeninos que dan el paso a la voz. A lo largo del track, brotan excelentes arreglos de teclado, que acompañan los rasgueo de las seis cuerdas. El estribillo es muy agradable. ‘L.A. To Mexico’ presenta arreglos de mariachi, además del sonido de la marimba. Excelente combinación con la pedal steel guitar. Este corte, quitando los sonidos mexicanos, recuerda mucho a The Byrds, incluso en la parte vocal. Esta canción es la primera joya del álbum.
El piano aparece en ‘High Rollers’, track en donde se siguen presentando arreglos que evocan la música de mariachi. Otro momento excelso. Por si no fueran suficientes guiños a nuestro país, ahora llega ‘Down In Mexico’, con un estilo más inusual, estructurado en una excelente base de batería y percusiones, además de una excelente línea de bajo y el sonido de la melódica. La pedal steel guitar sigue presente, aportando ese sonido country. Pronto llega la voz, además del saxofón, cuyo aporte resulta muy fructífero. Grandiosa gema y una muestra de country rock de primer nivel. Este estilo es algo que Sturgill Simpson hace en la escena country actual, lo que demuestra lo adelantado de este álbum.
Nuevamente los sonidos mexicanos hacen acto de presencia en ‘Take It To Mexico’. La voz de Terry luce estupenda, y se coloca al nivel de ese original crossover cultural country mariachi. Otro madrazo musical épico. Y sin dar tiempo de reponerse, llega ‘Freeway Close’, otra pieza excelente, con todo ese sonido ideal para ir manejando en medio de carreteras desérticas. La pedal steel guitar es brillante en su sonido, que se acompaña perfecto del piano honky tonk. La base rítmica aporta ese feeling alegre.
‘Rebecca’ es un track más melancólico, en donde aparece el piano, guitarras acústicas y la flauta transversal, instrumento nada común en un álbum country. La parte final, es como si se tratara de otra canción, tomando otra dirección musical, que se convierte en el clímax de la canción, destacando la excelente voz y los arreglos del sintetizador, que se unen al teclado. En ‘Rosarito’, la estructura country más habitual, vuelve a manifestarse en la primera parte, pero obviamente aquí tampoco puede faltar el toque mexicano, y nuevamente aparecen los sonidos de marimba y trompetas de mariachi. Aún sin terminar el álbum, queda claro algo: esto es un trabajo épico.
La steel guitar y la guitarra slide hacen dupla en ‘So Right Tonight’, y por si fuera poco, el sonido del fiddle llega a completar el combo. ‘Card Game’, el último track, contiene una estructura lenta, sin caer en la balada. Excelente momento que se convierte en uno de los más convencionales en su sonido, aunque eso no significa que carezca de calidad. Así llega a su fin uno de los discos de country que deberían de gozar de un reconocimiento masivo. Una joya que definitivamente tendría que figurar entre uno de los mejores álbumes, no solo del género, sino de la historia de la música.
Poco después de este injustamente ignorado álbum, el productor logra otro gol con la producción del ídolo juvenil pop, David Cassidy, y sería hasta los ochentas cuando produce el show de televisión, Doris Day’s Best Friends, y escribe junto a The Beach Boys, la exitosa canción ‘Kokomo’, aparecida en la cinta ‘Cocktail’. Su último trabajo notable fue la producción de ‘My Heart’, álbum conformado por versiones a canciones de The Beach Boys, John Sebastian, Joe Cocker, etc., que su madre realizará. Poco después, Terry moriría, esto en el 2004; y en el 2011, Doris decide editar este álbum, tal vez en una especie de tributo a la memoria de su hijo. Un genio que dio forma a la escena musical de la Costa Oeste, y que básicamente fue un parteaguas para la carrera de The Byrds, The Beach Boys y Ry Cooder, entre otros.