Segundo Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea en Guadalajara

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Entre noviembre y diciembre de este saliente 2023 se llevó a cabo el segundo Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea en Guadalajara que es realizado por el Colectivo Música Nueva.

Pero a qué se refieren ellos cuando dicen “música nueva”?

Veamos. Este festival tiene como objetivo difundir entre la comunidad de melómanos jalisquillos las diferentes muestras de música nueva que existen dentro de lo que podemos denominar música académica. Es decir, música que se hace desde las instituciones universitarias, desde las diferentes tradiciones de pensamiento musicales.

Contrario a lo que se suele pensar, la música nueva no nace únicamente de la inspiración y práctica cotidiana de los músicos amateurs o de lírica propia, sino que también existe una gran riqueza de movimientos musicales contemporáneos que experimentan con diferentes áreas del inmenso mundo de la música académica y por supuesto dialogan con el pasado. En medio de los diferentes paradigmas musicales de la tradición, la música nueva se atreve a argumentar y proponer nuevos caminos.

Hay, sin embargo, un debate inevitable que incluso fue abordado por algunos de los compositores en este festival. ¿Cuáles son los límites del arte? Y hasta qué punto la música nueva sigue siendo arte o es sólo experimentación auditiva?

No es difícil sospechar que el motor de la creatividad de estas composiciones hayan sido precisamente estas disquisiciones filosóficas en torno a la naturaleza del arte. Por supuesto estos debates quedan solamente abiertos al criterio del público y las únicas respuestas que nos dan los autores es la exposición misma de sus obras. O, por decirlo de otra manera, la cuestión queda expuesta para ser juzgada por el propio criterio del escuchante.

No está de más rescatar que a lo largo de las presentaciones, algunas resultaron más familiares y amables al oído promedio, mientras que otras piezas más bien rayaron en los extremos de la exploración auditiva más experimental y poco conocida.
Como ya anticipamos anteriormente en este mismo medio, el festival se compuso de 4 presentaciones en diferentes ubicaciones de la ciudad.
La primera se llevó a cabo en el museo regional de GDL. Y aquí están los programas:

 

PRIMERA PRESENTACIÓN.
In C – Terry Riley (45′)
Duración Total: Hora y Cuarto
Museo Regional de Guadalajara, Liceo #60, 18:00 hrs.

La locación elegida en un principio había sido el patio central de este maravilloso museo, el más clásico de todos en la ciudad. Sin embargo para infortunio de nosotros los asistentes una lluvia tibia pero constante se tornó alrededor de nosotros y obligó a los organizadores a optar por una de las salas del museo como reemplazo del primer escenario. La pieza comenzó entonces a los pocos minutos.

La maravilla de esta pieza, y su singularidad, es que no se puede tocar dos veces de la misma manera, puesto que está diseñada de modo tal que el director puede elegir qué instrumentos tocar en el acomodo y orden que él elija. La versión que nos tocó disfrutar a nosotros fue de hecho corta, a comparación del potencial de duración que tiene la misma. La pieza es continua y envolvente, nos lleva de una simpleza en los temas hacia una intensidad en la historia, como una montaña rusa por la que subes y desciendes en diferentes ciclos. Una pieza que sin duda fue la mejor elección para comenzar este festival.

 

SEGUNDA PRESENTACIÓN.
(Cuarteto de cuerdas).
Cuarteto No. 5 – Mario Lavista
Cuarteto No. 2 – Sofia Gubaidulina
1er movimiento del Cuarteto No. 11 – Heitor Villalobos
2o movimiento del Cuarteto No. 3 – Francesco Snoriguzzi
Duración aproximada: Hora y media
Museo de la Ciudad, Independencia #684, 19:30 hrs.

La segunda locación que se elige es en otro museo pero esta vez en el de la ciudad, un museo que al parecer tiene algunas partes en construcción por lo que aunque no nos tocó lluvia el patio estaba un tanto lleno de polvo y materiales de construcción. Sin embargo sospecho que al tratarse de piezas que se iban a ejecutar con sólo 4 cuerdas el mejor sonido posible iba ser en una pequeña cámara, que fue en dónde finalmente se llevó a cabo.
Estás dos piezas ejecutadas por el jovensísimo (pero súper talentoso) Cuarteto de las Rosas fue una de esas piezas experimentales que más poco familiar sonaron del resto de las presentadas en este festival.

Sin duda la forma en que fueron usados los instrumentos fue una de esas exploraciones sonoras que jamás había visto yo. No hubiera sospechado que por ejemplo un violín podría sonar así.
Las piezas parecen ser de dos autores cuyos nombres se encuentran bañados por la gloria del respeto. El contenido de las piezas sin embargo, resultan difíciles de digerir para quienes no son músicos profesionales o cuentan con una formación académica fuerte. Para estos últimos, pude constatar, estas composiciones resultaron de mayor satisfacción en cuanto a su innovación estructural y compositiva.

Si estas piezas forman parte o no de lo que solemos llamar arte, es una cuestión difícil de zanjar sin entrar en muchos elaboraciones argumentales acerca de aquello que significa lo artístico por un lado, y lo bello por otro.
Alguien en promedio podría decir que aunque estás piezas no podrían ser tan bellas como otras del ámbito académico, sin duda la complejidad y elaboración de este producto cultural respaldaría su entrada al grupo semántico de aquello que llamamos arte.

 

TERCERA PRESENTACIÓN.
«The Little Match Girl Passion», David Lang.
Duración total:
Foro NMOR LAB.
Calle Francia 1438.
17:00 hrs.

La tercera presentación fue una obra maravillosa. Los músicos fueron de hecho solamente voces, acompañados de una pantalla negra arriba en el fondo que mostraba la letra de la pieza para que nosotros pudiéramos leer el contenido de la historia. La obra es una narración cantada de manera minimalista sobre el cuento clásico La Cerillera de Hans Christian Andersen.
Esta adaptación, cabe mencionar, fue ganadora del premio Pulitzer en el 2008.

La pieza va narrando la tragedia a la que es sometida una pequeña niña vendedora de cajetillas de cerillos al sufrir del terrible invierno al que era sometida por esta enfermedad social llamada pobreza. La historia es cruda y fuerte. Contrasta con el modo de narrarla, el cuál es sencillo y lacónico. El tono de la pieza es triste pero somnoliento, parcimonioso a ratos, pero intenso y fuerte en ciertos momentos. Las cuatro voces que cantan la pieza desarrollan en el espectador el sentimiento del sufrimiento pero también de la azarosa esperanza que circunda a la protagonista. La fuerza con que imprimen esta idea es más penetrante que haber escuchado alguna pieza con decenas de instrumentos.

El objetivo aristotélico de hacer que el espectador se vuelva parte de la misma obra en el escenario se logra con el mínimo de materiales audiovisuales.
Sin duda una de las obras más maravillosas de este festival.

 

CUARTA Y ÚLTIMA PRESENTACIÓN.

Teatro Torres Bodet.

Obras: Rapsodia de Luis Antonio Pano. Paskitsche de Stefano Mele.

Duración total: 1 hr y 40 min.
12:00 hrs.

En esta última presentación no podrían faltar por supuesto las obras de nuestros compositores locales. Estamos hablando de dos talentosos jóvenes con un gran ánimo de innovación y provocación.
La primera pieza se titula «Rapsodia» y es de Luis Antonio Pano. Su obra incluye voz, flauta, oboe, cello, violín, batería y alguien en la computadora mezclando algunas frases de la cantante y repitiéndola intermitentemente a lo largo de la obra.

La pieza comienza tranquilamente con algunas frases sugerentes que se van alternando con el texto que la cantante va introduciendo poco a poco a hasta abarcar el protagonismo del discurso sonoro. La cantante en ocasiones pone su micrófono al servicio de los demás instrumentos, dándole énfasis a lo que estén tocando. La pieza termina con ella casi gritando la repetida frase a la vez que los instrumentos han llegado a cierto éxtasis de repetición y conflagración de las distintas voces en un ordenado caos, aunque suene oximorónico. Lo último que queda es la grabación que va desapareciendo. La segunda pieza es Stefano Mele y se titula: «Paskitsche».

Es una obra más discreta sonoramente y con formas de narrativa más familiares, sin embargo su originalidad es evidente. La pieza funciona lenta y ceremoniosamente al principio mientras va construyendo un discurso cautivador, pero extrañamente innovador. Uno tiene la sensación de encontrarse en una atmósfera como la del gabinete del dr Caligari, y a ratos con el final del planeta de los simios.
La cantante esta vez tiene más fuerza y claridad en sus intervenciones, así como un performance más consolidado y que refleja su talento y preparación.

El sonido de esta pieza da una idea más redonda de sus partes y aunque el sonido es nuevo, uno intuye con facilidad hacia dónde se dirige su narrativa. Sin por ello caer en cierta monotonía o aparentar ser predecible, para nada, esta pieza goza de bastante autonomía y en cada momento logra sorprendernos. Sin duda una obra bien lograda y acabada. Con esta dos últimas presentaciones se da por clausurado es segundo año del ciclo de conciertos de música contemporánea del Colectivo Música Nueva.