El camino a seguir de Bahidorá

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Bahidorá se ha ido consolidando como uno de los festivales más interesantes y singulares en México. Tan solo este año (prácticamente este fin de semana) viene con la presentación estelar de Africa Express, el colectivo multicultural que con casi 20 años de trayectoria que ha renovado los modelos de creatividad y colaboración en la música, esto entre varias muy buenas opciones musicales que también forman parte del mismo. 

Pero esta ocasión, no quisiera hablar de lo interesante que es el festival en sí, sino de su forma de producir el evento en sí de una manera sustentable y responsable con su entorno y con una conciencia social y ambiental en cada una de sus decisiones, asumiéndose como un factor de cambio, un camino que se debería de replicar en otros festivales y actividades en pos de nuestro castigado planeta.

Tomando como base que un festival contamina hacia cuatro ejes, los cuales son: la huella de carbono, el uso del agua, producción de residuos y el impacto social, con diversas estrategias el festival impulsa un cambio de narrativas y prácticas relacionadas dentro de la cultura de los festivales mediante precisamente, un enfoque sostenible, desde el uso de un vaso biodegradable, hasta la construcción de un escenario con materiales orgánicos, no contaminantes y que se pueden reutilizar, así mismo con la inclusión de gente de la comunidad dentro de las dinámicas del festival o el uso de materiales que estén dentro de un rango cercano, para evitar el uso de combustibles de manera excesiva.

Desde el 2015, Bahidorá mide y compensa el 100% de su huella de carbono mediante la restauración y reforestación de selvas que realiza el proyecto Scolel’te en la reserva de la Biósfera de Ocote, en Chiapas. Año con año las dinámicas que ponen en marcha el festival, han ido avanzando en pos de una mejora.

Una de las primeras decisiones que se tomaron este año, es el de tener un menor aforo, lo que permitiría espacios más amplios para bailar, comer, nadar, descansar y contemplar el entorno (algo que regularmente suele ser lo contrario: si hay más posibilidad de meter más gente a un evento, se tratará de hacer por parte de espectáculos y festivales). Así mismo, el acampado se configura para disitintos gustos y presupuestos.

Todas estas acciones se piensan también, para crear un impacto social y una conciencia, y que las personas que hayan acudido al evento, regresen con algo a casa, con ideas que pueden replicar en sus comunidades y en su quehacer diario, que se pueda en pocas palabras, construir una cultura de sustentabilidad.

Si necesitas más información acerca de las actividades de Bahidorá, el festival en sí, sus dinámicas, sus aliados y demás, puedes darte una vuelta a su página en la sección sostenible.